martes, 18 de octubre de 2011

Una discusión y sus consecuencias

-¿Qué sucedió?- dijo Lucy mientras nos veía llegar de nuestra batalla –Que te diga Caspian- respondió Peter a la pregunta de su hermana -¿Yo?- se cuestionó mi primo, mientras Peter le contestaba –Si hubieras seguido el plan tal cual como yo lo dije, esos soldados seguirían vivos- Mi primo le contesto -tal vez debí hacerme cargo yo mismo de todo esto sin su ayuda- Peter le dijo -tu nos llamaste lo olvidas-, -mi primer error- dijo mi primo -no tu primer error fue creer que podías liderar estas tropas- le dijo Peter creyendo tener la razón -¡HEY!- grito mi primo mientras un silencio se apoderaba de nosotros –Yo no soy el traidor que abandono Narnia- -¡ustedes invadieron Narnia!, no eres mas que un usurpador igual que Miraz, tu, él, tu padre, Narnia estaría mejor sin todos ustedes- le grito Peter mientras Caspian se volteaba desenvainando su espada para comenzar una lucha entre ellos hasta que -¡BASTA!- el grito del rey Edmund los detuvo. Caspian siguió su camino al interior del escondite, mientras yo me acercaba a Peter diciéndole – Claro Peter, Narnia estaría mejor sin TODOS nosotros- me miró avergonzado por lo que dijo anteriormente -podrás ser el gran rey de narnia, y se que no puedo hablarte de esta manera, pero tu no sabes por lo que mi primo ha pasado así que la próxima vez, piensa en lo que dirás-.

Yo sabía que algo andaba mal, sabía que esa discusión traería consecuencias, Caspian no aparecía por ningún lado, de repente escuche un grito, no parecía humano, les dije a todos que me siguieran y cuando llegamos a ver que sucedía, mis sospechas fueron aclaradas, en frente de mi estaba la bruja blanca, esa desgraciada que trato de apoderarse de Narnia, por suerte estaba en un muro de hielo, junto a ella dos demonios más, Peter se encargo de uno mientras Edmund se encargaba del otro. Caspian estaba a punto de otorgar su sangre a la bruja para que esta volviera, después de todo solo la sangre de un hijo de Adán la puede liberar,  pero Peter de un empujón logro detenerlo –Peter querido, cuanto tiempo, vamos solo una gota y te haré grande, más de lo que ya eres- el magnifico estaba por caer en la tentación –No Peter no la escuches, no te dejes engañar- eso era todo lo que yo podía hacer para intentar que despertara pero parecía sordo, de pronto una espada atravesó el hielo, comenzando a quebrarse hasta que al final se destrozo por completo, el caballero que portaba la espada era Edmund –Ya se, lo tenías controlado- le dijo a su hermano mientras se alejaba, no podía creer que mi primo estuviera a punto de hacer semejante estupidez, me parecía insólito, pero aun teníamos que pensar en cosas mas importantes. Por ejemplo, como demonios íbamos a enfrentar a las tropas de Miraz.

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