miércoles, 12 de octubre de 2011

La emboscada

Caspian y yo hablábamos de lo que paso esa noche en el palacio –jamás voy a perdonar a mi padre, ese...- Jewel contrólate, además es tu padre por mas que no lo quieras- Caspian, un acecino no se puede hacer llamar mi padre- disculpe señor- interrumpió un fauno la conversación, entregándole a Caspian una carta de parte del rey Miraz, inmediatamente su cara se torno preocupada al igual que la mía al verlo –Caspian ¿qué sucede?- se quedo perplejo y alzo la mirada diciendo –Estas mujer, Jewel Halcraf será el General al mando de todos ustedes- luego de decir esto partió a ver a Peter y a los demás, me disculpe con todos los que estaban allí presentes y fui detrás de el.

-Mi tutor ha sido encerrado, se bien que injustamente, por esa razón tenemos que rescatarlo, el nos puede ayudar- dijo Caspian mientras yo entraba a la sala de la gran mesa de piedra –quieres explicarme que paso allá afuera, ¿Por qué ahora soy la general de estas tropas?- Nombraste general a tu prima sin mi consentimiento- dijo Peter bastante molesto –Escuche alteza con todo el respeto que usted se merece déjeme decirle que usted podrá ser el gran rey de Narnia pero mi primo, es el príncipe Caspian y el tiene la autoridad de nombrarme general tanto como usted- dije de una forma disgustada mirando a los ojos a Peter, el se dio vuelta y analizando la situación comenzamos a discutir hasta que logramos armar un buen plan para rescatar al tutor de Caspian que también es el mío. Todos salieron de la sala pero antes de que yo pudiera salir, el rey Edmund me detuvo y me dijo –Yo puedo contestar tu pregunta, creo que tu primo te escogió como general porque confía en ti, se que no te conozco mucho pero aun así, pienso que te conozco demasiado- Gracias, la verdad nadie me había palabras como esas en toda mi vida, déjeme decirle que usted si es un caballero- le respondí con mis mejillas sonrojadas – Pues gracias- dijo el justo dejando una pausa incomoda en la conversación –Amm… Si tu primo te confió ese cargo tan importante entonces espero que estés lista para la emboscada- dijo el justo perdiéndose en mi cabello rojizo y en mis ojos castaños, o al menos eso fue lo que note.

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